jueves, 3 de julio de 2008

La noche anterior.

Reflexiones viejas, que de alguna manera se repiten, es extraño, pese a que uno aprende de los errores, reviso papeles viejos y me encuentro con emociones similares de hace años atrás que hoy las leo y aunque las circunstancias son muy distintas las siento tan vivas como en ese tiempo. Es la magia de la poesía, el idioma escrito de las emociones, pues cada ves que la lees es como volver a vivir ese instante cuando escribías con el corazón y te importaba un rábano si rimaba o no, lo sentías tan vivo que era así, no importa si gusta o no, es así. Me gusta escribir así, sin esquemas ni versos octosílabos o rimas consonantes, es como mirar en los ojos de alguien y saber que no miente.
Esto es un poco de eso, espero sus comentarios y críticas.











La noche anterior.
Tengo ganas de cantar,
Volar, llorar mi última lagrima
Y salir a celebrar la inmensa noche
Que cae sobre mí
Con extraña alegría…

Desnudo ante ella como nunca
Con la seguridad de quien soy,
Y que hoy sus nubes no me detendrán,
Aun cuando todavía me deslumbre
El oscuro brillo de su reina.

No, no me detendrá su nostalgia,
Ni sus versos, ni su sombra
Porque papeles que volaban
Para su placer y deleite…
Hoy cobran vida y surcan el cielo
Oscuro aun, hasta ver luz.

Hasta ver luz no me detendré
Entonces caeré y viviré
Por siempre en la muerte
De la noche fría que ame.


Santo